En 2005, la Unión Europea (UE) instauró el régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE UE), que consagraba el principio de “quien contamina, paga”. Su objetivo era contribuir a reducir los vertidos de gases de efecto invernadero (GEI). Para lograrlo, ha vendido a las industrias con más emisiones, derechos para efectuarlas. Este sistema ha sido objeto de diversas actualizaciones, la última en abril de 2023.

Qué es el RCDE UE

La finalidad del RCDE UE es fomentar una actitud activa de las empresas y la industria en la reducción de emisiones de GEI. Para ello, se limitó el volumen de emisiones de:

• Las empresas con mayor consumo.
• Los productores energéticos.
• Las compañías aéreas.

Los derechos individuales de emisión tienen un máximo fijado por la UE, que va disminuyendo cada cierto tiempo como fórmula para incentivar la transición gradual a una economía verde.

En los últimos años, la demanda de derechos de emisión ha decrecido. Esa es una de las razones por las que el precio del carbono también ha bajado en algunos periodos y se ha generado un excedente de derechos. En ese contexto, para que el sistema siga demostrando su efectividad, la UE ha procedido a realizar varios ajustes, como el que ha tenido lugar recientemente.

Modificaciones de la Directiva europea de los Derechos de emisión

La reforma busca acelerar el proceso de reducción de emisiones industriales e incentivar la inversión en tecnologías respetuosas con el medioambiente.

Meta de reducción de emisiones más ambiciosa

La reducción debe ser de un 62 % con respecto a 2005. Para lograrlo, se producirá una única disminución de la cantidad de derechos de emisión. Será de 90 toneladas métricas (Mt) de equivalentes de CO₂ en 2024 y 27 Mt en 2026. Esto se combinará con una reducción de los derechos de emisión del 4,3 % al año entre 2024 y 2027 y 4,4 % anual en el periodo 2028-30.

Fin de la gratuidad de los derechos de emisión

Esta medida contribuirá a dotar de competitividad a España con respecto al resto de la UE. Antes, el sistema apoyaba a las empresas pertenecientes a sectores o subsectores con riesgo de fuga de carbono mediante la concesión gratuita de derechos de emisión. No obstante, las instalaciones y operadores aéreos que disponían de estos derechos gratis hasta ahora dejarán de tenerlos sin coste de manera paulatina hasta 2030.

Actualmente, está en curso la Fase IV de la aplicación de este método, con un sistema de asignación por subasta. Su determinación se divide en dos etapas: la preliminar y la final.

Para el resto de los sectores y subsectores industriales sin riesgo de fuga de carbono, se ha acordado eliminar progresivamente esa gratuidad en el periodo 2026-2034. Esto se llevará a cabo de la siguiente forma:

• 2026: 2,5 %.
• 2027: 5 %.
• 2028: 10 %.
• 2029: 22,5 %.
• 2030: 48,5 %.
• 2031: 61 %.
• 2032: 73,5 %.
• 2033: 86 %.
• 2034: 100 %.

Las reglas europeas a seguir se encuentran detalladas en el Reglamento Delegado 2019/331 y para España en el Real Decreto 18/2019, de 25 de enero.

En ese mismo periodo se aplicará un Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono con el que se pretende evitar que el sector con riesgo de fuga de carbono sufra una competencia desleal por parte de productores de fuera de la UE. Con vistas al año 2025, la Comisión Europea efectuará una evaluación de los riesgos derivados de los bienes para exportaciones. Este problema se abordará también destinando financiación para impulsar medidas que lo frenen.

Precio a las emisiones en el sector de transportes y edificios

Este sector ha incrementado sus emisiones en las últimas décadas. En España, por ejemplo, las emisiones ocasionadas por el transporte fueron de 77,2 MtCO2-eq en 2014. Es decir, más del 50 % por encima de los niveles de 1990 debido a la alta demanda de movilidad de pasajeros y mercancías.

En 2027 o 2028 arrancará un régimen denominado RCDE II, el cual se centrará en los proveedores de combustible de la fase inicial. La fecha exacta dependerá del coste de la energía. De esta manera, las emisiones tendrán un tope, que se irá reduciendo progresivamente hasta el 2030, hasta suponer un 45 % menos que en 2005.

Igualmente, se introducirá un mecanismo comunitario de fijación de precios del carbono y medidas para dotar de estabilidad y evitar posibles escaladas. Si superan los 45 euros, se liberarán 20 millones de derechos de emisión adicionales. Sumado a ello, por primera vez, se incluirán las emisiones del transporte marítimo.

Apoyo económico para la transición verde

Otras iniciativas incluyen facilitar una mayor dotación económica para tecnologías innovadoras y modernización del sistema energético. En concreto, serán las siguientes:

• Incremento de 450 a 575 millones en el Fondo de Innovación.
• Subastas de un 2,5 % adicional de derechos de emisión. Así se apoyará a los países de la UE con menos PIB per cápita.
• Las medidas para combatir el cambio climático serán las receptoras de todos los ingresos nacionales de la subasta de derechos.
• Se establecerá un Fondo Social para el Clima.

Otras medidas

La reserva de estabilidad mitigará hipotéticos desequilibrios entre oferta y demanda de derechos de emisión. El 24 % de estos se colocarán en dicha reserva. Asimismo, a partir de 2024 todos los países europeos tendrán que llevar estrictos controles de las emisiones de las instalaciones de incineración de residuos municipales. Para 2026, se iniciará el proceso de inclusión de estas plantas incineradoras en el RCDE UE a partir de 2028.

Divulgación entre la ciudadanía

Desde la UE se hacen esfuerzos constantes por dar a conocer entre los ciudadanos este tipo de iniciativas, muchas de las cuales no suelen ser conocidas. Al igual que ocurre con cuestiones como el precio de la electricidad o la prórroga de la excepción ibérica, Bruselas quiere implicar a la sociedad. Es una forma de hacerla partícipe del proceso hacia una economía descarbonizada, porque sin las personas no sería posible culminarlo.

Por esa misma razón se pone un precio a las emisiones de (GEI). Esta política ha logrado reducciones significativas, al percibir el sector industrial el beneficio de recortarlas mientras se invierte tecnologías respetuosas con el clima.

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