El medio utilizado para transportar la energía, es la red de transporte y la de distribución. Los peajes de acceso son aquellos costes que aparecen en nuestra factura y que cubren el uso que todos los consumidores hacen de la red eléctrica.
Todo suministro eléctrico necesita de una energía y de un medio para transportar esa energía desde las centrales generadoras a los puntos de consumo. El medio utilizado para transportar la energía, como comentamos en la entrega anterior, es la red de transporte y la de distribución. Ahí es precisamente donde entra el concepto que trataremos hoy: los peajes de acceso. Los peajes de acceso son aquellos costes que aparecen en nuestra factura y que cubren el uso que todos los consumidores hacen de la red eléctrica.
Cabe decir que los peajes de acceso son comunes para todos los consumidores españoles, me podrá decir el informado lector que esto no es cierto, que en todas las comunidades autónomas no se pagan los mismos peajes. Cierto. Evitando esta particularidad de reciente creación, la base de todos los peajes de acceso es la misma y por tanto un consumidor situado al lado de una central de generación que hace muy poco uso de la red para llevar la energía a su domicilio paga los mismos peajes que un consumidor alejado de los núcleos de producción de electricidad y que hace un uso profuso de la red eléctrica.
Los peajes de acceso son distintos según la tarifa de acceso, esto es dependiendo del tipo consumo. No es lo mismo lo que paga por el uso de una red una industria que consume en alta tensión que lo que paga el lector en su vivienda. La industria en términos unitarios paga menos.
El peaje de acceso a red se divide siempre en dos términos: término de potencia y término de energía. El término de potencia es el coste que se cobra al consumidor por tener a su disposición una potencia – potencia contratada- o lo que es lo mismo por consumir una determinada cantidad de energía en un instante. El término de energía se paga por cada megavatio-hora que se consume. Esto en teoría lo que se paga por el uso de las redes, ya que lo que abonamos por peajes de acceso engloba muchos otros conceptos distintos de la red de eléctrica, por ejemplo mediante los peajes de acceso se pagan las ‘primas a las renovables’, el déficit de tarifa y un largo etcétera de conceptos.
La mala noticia es que debido a la deuda acumulada del sector eléctrico durante años, el llamado ‘déficit de tarifa’, que ya no es tal, pues en los últimos años la tarifa registra superávit. Los peajes no podrán abaratarse. Es decir, no pueden disminuir salvo que se acabe con la enorme deuda que todavía existe en la bolsa de la tarifa. A los consumidores solo les queda pagar unos cuantos años. Bueno todavía queda una baza que puede jugar el consumidor: disminuir su potencia contratada, así conseguirá pagar menos. Por ejemplo, la potencia total contratada de los puntos con tarifa menor de 10 kW, es decir, viviendas y pequeños comercios del conjunto de los consumidores españoles en el periodo 1 es del orden de 112.000 MW, cuando el parque de generación que suministra a toda la demanda es poco más de 100.000 MW instalados y la máxima demanda histórica no llega a la mitad. Los españoles todavía tenemos margen para reducir la potencia contratada.
